Detenidos por vender tigres blancos, panteras, linces y pumas: pedían hasta 60.000 euros
La Guardia Civil de Valencia ha arrestado a una pareja rusa en Manacor acusada de tráfico internacional de especies protegidas CITES y criar servales y caracales
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La Guardia Civil de Valencia ha detenido en Manacor (Mallorca) a un hombre y a una mujer de origen ruso e investiga a otro varón, todos ellos acusados de presuntamente vender a nivel internacional especies de animales protegidas, como tigres blancos, leopardos negros, hienas y pumas, a través de portales de internet.
De acuerdo con la investigación, criaban servales y caracales, y sus híbridos con gatos domésticos para, posteriormente, ponerlos en venta en conocidas redes sociales. Se les atribuye la presunta comisión de delitos contra la fauna, contrabando, organización criminal y falsedad documental.
La bautizada como 'Operación Kotach' dio comienzo en marzo de 2024 a partir de una información sobre una pareja de ciudadanos rusos que se habían asentado en la localidad de Ariany (Palma de Mallorca) en una parcela donde poseían y criaban servales (Leptailurus serval), caracales (Caracal caracal) y sus híbridos con gatos domésticos para, posteriormente, ponerlos en venta en conocidas redes sociales.
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La actividad que se observaba en redes sociales era «extremadamente activa», y se constató que participaba gente de diversos continentes, siendo muy importante la demanda de estos animales, explica la Benemérita.
De las investigaciones se pudo comprobar que la cría de caracales y servales de Mallorca era la punta del iceberg de una trama internacional de otras especies protegidas: tigres blancos, leopardos negros, pumas, hienas, etc. La mayoría de los animales que se ofrecían a la venta procedentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania y eran introducidos ilícitamente en territorio de la Unión Europea.
Las investigaciones apuntan a que los animales entraban a la Unión Europea a través de la frontera de Polonia con Bielorrusia y, desde allí, se distribuían tras ser confeccionada la documentación fraudulenta. Se trataba de una organización criminal a nivel global en la que participaban criadores, transportistas y veterinarios.
Según el Instituto Armado, los intentos de criar y de mantener a estos felinos como mascotas están muy extendidos en Rusia y Ucrania, y esta tendencia ha comenzado a ser imitada en otros países por personas adineradas que buscan una marca de estatus.
Sin embargo, los nuevos propietarios se acaban dando cuenta de que estas especies necesitan mucho espacio y que son muy agresivas, pudiendo representar un peligro para las personas u otros animales, por lo que acaban por deshacerse de dichos ejemplares. Se añade el hecho de que diversos criadores han conseguido hibridar a estos felinos con gatos domésticos, a pesar de los problemas de esterilidad y viabilidad de las crías por partos prematuros.
Además, tanto los caracales como los servales, en muchos casos, consideran a los gatos domésticos como presas y no como parejas de apareamiento, llegando a matarles o herirles de gravedad.
El objetivo de la hibridación es obtener gatos exclusivos con el carácter salvaje de sus progenitores silvestres atenuado. De hecho, los precios de un caracal o serval puros pueden sobrepasar los 8.000 euros, mientras que por un híbrido de primera generación fácilmente se pagan hasta 18.000 euros.
Pedían 60.000 euros por una pantera nebulosa
En paralelo, estas personas anunciaban en sus cuentas de redes sociales la venta de tigres blancos, panteras nebulosas, linces boreales, hienas, leopardos negros y pumas. Se llegó a constatar que por la pantera nebulosa se solicitaban 60.000 euros. Estos animales están protegidos por el Reglamento 338/97 del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio, a través del cual se implementa la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en la Unión Europea.
Los investigadores constataron que estos animales se ofrecían sin la documentación CITES que deben llevar aparejada. Hay que tener en cuenta que los animales hibridados están protegidos por el CITES hasta la cuarta generación. Consultada la autoridad administrativa (MITERD), los detenidos carecían de permiso como criadores CITES y tampoco contaban con ningún documento.
La fase de explotación se ha saldado con dos detenidos y un investigado por delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y organización criminal. Asimismo, se intervinieron dos servales, un caracal y dieciséis híbridos en diversos grados pendientes de determinar por personal facultativo de la UT-Ucoma.
En la explotación han colaborado personal del Miterd, la Uprona de Mallorca y componentes de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Illes Balears. Ahora se abre la fase de análisis documental en el que se analizará la multitud de documentación intervenida en la vivienda registrada, en la cual se hallaron más de 40 pasaportes de animales de Rusia, Bielorrusia y China, así como una gran cantidad de material informático (2 ordenadores, 3 móviles y 2 pen drives).
En el registro practicado el pasado día 8 en la localidad de Ariany (Mallorca), los agentes del Seprona de la Guardia Civil de Valencia localizaron un total de 19 ejemplares de la familia felinidae, incluidos en la normativa CITES y en el Reglamento CEE 3387/97.
Los animales han sido depositados de manera temporal en el Safari Zoo de Son Servera. El Ministerio de Transición Ecológica los reubicará con posterioridad en Prima Domus, en Villena (Alicante), de manera permanente.
En el citado registro dos personas fueron detenidas. Se trata de un hombre de 48 años y de nacionalidad rusa y de una mujer de 46 años y de la misma nacionalidad a quienes se les imputan los siguientes delitos: contra la fauna, contrabando, organización criminal y falsedad documental. Además, posteriormente, otro hombre de 48 años y de nacionalidad israelí está siendo investigado por los mismos hechos. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manacor.
También detenidos dos compradores en Bétera (Valencia)
Por otra parte, el sargento de Seprona en la comandancia de Valencia Federico Entrecanales ha señalado que la operación sigue abierta porque «se tiene que analizar bastante documentación y no se descartan nuevas detenciones». «De todas maneras, como mucha gente está en el extranjero, ya se está pasando la información a la UTPJ para que se la traslade a unidades policionales de otros países», ha agregado.
Además, ha precisado, en una rueda de prensa, que, de forma paralela a la 'Operación Kotach', la Guardia Civil de Valencia detectó, en octubre de 2024, una venta registrada en el municipio valenciano de Bétera, que «fue el espaldarazo decisivo para actuar en Mallorca».
«Se estaba haciendo otra operación por la compra-venta y tenencia de caracales y cervales y se encontró documentación que acreditaba la venta por estas personas, las ahora detenidas, a una pareja en Bétera», ha detallado.
De este modo, los compradores valencianos han sido también detenidos y puestos a disposición judicial por delito contra la fauna y tenencia ilícita por ser especias protegidas y no poseer de la documentación CITES correspondiente.
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